Consulta Pediátrica

Atendido por un equipo de pediatras

El servicio de Consulta Pediátrica te permite realizar cualquier consulta sobre la salud de tus hijos a un equipo de pediatras. Son muchas las situaciones en las que puedes necesitarlo:

¿Tu hijo tiene un sarpullido en la piel que no remite?
¿Últimamente tu hija se queja mucho de dolor de estómago?
¿No sabes cuándo convendría revisar la vista de tus hijos?
¿Se van de viaje y quieres preparar un botiquín básico?

Gracias al servicio de Consulta Pediátrica podrás realizar ésta y otras consultas y obtener respuesta por parte de un equipo de pediatras.

Además, si lo consideras necesario, puedes adjuntar un archivo o una imagen para que lo pueda examinar el equipo médico. Por ejemplo, si has recibido la última analítica, una radiografía o una imagen, la puedes adjuntar y el equipo médico hará una valoración.

¿Quién puede utilizar este servicio?

Si eres cliente de Bankinter Seguros de Vida y dispones de un Seguro de Vida-Riesgo individual, tú y tu familia (cónyuge e hijos menores de 23 años) disponéis de este servicio sin ningún coste adicional. Puedes utilizar el servicio siempre que lo necesites.

¿Cómo funciona?

  • 1Solicitar consulta:

    Escoge cómo deseas que contactemos contigo (teléfono o e-mail) y rellena el formulario.

  • 2Obtención de respuesta:

    Si has escogido la opción de realizar la consulta por email, recibirás la respuesta del equipo en tu correo electrónico. Si has escogido la opción de que te llamemos, un pediatra se pondrá en contacto contigo para contestar tu consulta.

Y recuerda que también tienes a tu disposición al equipo médico las 24 horas del día llamando al 93 253 22 97.

Puedes consultar a nuestros médicos cualquier duda sobre tu salud desde la comodidad de tu hogar. Este no es un servicio de emergencia y a continuación hay ejemplos de condiciones que no podemos tratar. Si te sientes muy mal, te recomendamos que te comuniques con los servicios de emergencia locales.
Lo que no tratamos: dolor de pecho, dificultad para respirar, dolor abdominal intenso, sangrado abundante, pensamientos suicidas o autolesiones, confusión, pérdida del conocimiento, infección grave, dolor intenso, sospecha de accidente cerebrovascular, convulsiones, complicaciones del embarazo, fiebre alta en lactantes enfermos.